Y el nuevo Mecías cayó del Cielo. Eliminó, quemándolo, el 25 de Diciembre del recuerdo y los ojos de la Humanidad. El infierno hace fiesta. Ahora si hay Paraíso en la Tierra. Sin dioses, sin demonios. El hombre ahora solo cree en sí mismo, en su propio asteroide prometido, aquel que destruyo los templos, aquel que los salvó del pecado.
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